No te saltes ninguno:
Focus en su textura. Es híper importante que sepas qué tipo de cabello tienes: grueso, frágil, seco,
graso; etc; pues de esto depende cuántos días a la semana debes lavarlo para mantenerlo perfecto. Por ejemplo si es graso, lo ideal es que lo laves diario, pues de lo contrario corres el riesgo de que parezca que traes una plasta de aceite en tu cabello, auch! Si te cuesta trabajo descubrirlo, ve con un experto de belleza y él te dirá cómo es tu cabello sin falla.
Temperatura ideal. El agua caliente lo reseca cañón al abrir sus folículos; un buen truco es usar agua tibia y al final darte un regaderazo rápido con agua fría, pues así se mantendrá brillante y le darás la vuelta a la caída de cabello. Ya sabes el secreto, sácale provecho en pro de tu melena.
Bájale al shampoo. Nada de usar plastas creyendo que así quedará más limpio, la mejor manera de lavarlo es dando un masaje al cuero cabelludo durante unos 3 minutos apróximadamente y enjuagar con suficiente agua.
Usa mascarillas. Conoce sus efecto y vete por las que te den lo que buscas: frenar la resequedad, hidratarlo, ponerle stop a la caída, darle la vuelta al frizz, etc. Úsalas al menos 1 vez a la semana justo después de lavarlo con tu shampoo, deja que actúe por 5 minutos y enjuga. En menos de lo que crees notarás el cambio positivo en tu cabello.
No te saltes el acondicionador Funciona como escudo protector de los efectos negativos de los rayos UV, el frío, los productos de secado como la plancha o la secadora; aplícalo de medios a puntas y espera unos minutos para que tu cabello lo absorba antes de enjuagarlo.
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